Viaje a Ecuador (Episodio 3)


EN BUSCA DE MI PRIMERA CIMA Y ACABO EN BAÑOS




      Domingo, día del señor, pero aquí la actividad sigue, y el vecino centro comercial, no cierra. Aquí la gente no descansa, pero yo sí, tocaba día de asueto, había que darle descanso al cuerpo. Me levante temprano, como empezaba a ser habitual en mí, quien me lo iba a decir. Una mañana tranquila, haciendo pequeñas gestiones por ordenador, aunque algunas se tornan complicadas, dejo por imposible abrir mi correo electrónico, hotmail dice que es inusual mi acceso, lo bloquea y me invita a rellenar un cuestionario para recuperar la contraseña que no te lo hacen ni pa entrar en el CNI, acabo desistiendo, no perderé más tiempo. La tarde la dedicaría a conocer el centro histórico de Quito, con la Chompita como guía, visitó varias iglesias, la catedral, las calles y plazas principales del centro. Paramos en un local de la ronda a tomar un helado artesana, la Chompita alucinaba al ver los sabores, yo directamente no tenía ni puta idea, los había de ñoclos con queso, fanesca, y otros nombres que no recuerdo, pero para que os hagáis una idea, su simil en España sería el helado de fabada, de cocido maragato, etc etc.



    De vuelta a casa parada técnica en un chiringuito a comprar unas tortas de trigo cocinadas en plena calle en un plato de barro sobre una capa de brasas.
Ya en casa, empiezo a planear sobre la marcha, la tarea del día siguiente, con idea de subir al rucu pichincha, pico de las afueras de Quito, con una aproximación en teleférico a casi 4000 metros y hacer cima a 4600.
La mañana del lunes se presenta nublada, la idea del rucu la desestimó, y decido irme a pasar unos días al pueblo de Baños. La Chompi me deja en la estación norte, donde cojo un bus para enlazar con la sur, esto me lleva algo más de una hora y aún no había salido de Quito, rápidamente cojo el bus que me llevaría a Baños de agua Santa.




Aquí comenzaría una forma de viajar que se me acabo haciendo amena y divertida, el autobús en Ecuador funciona así, es increíble pero cierto. Hay autobuses cada 15 o 30 minutos como máximo, sea cual sea tu punto de partida o de llegada. Puedes situarte en la cuneta de cualquier carretera y darle el alto a un bus, este parara, si te interesa donde va montas, y sino, le mandas seguir. Durante el trayecto se monta gente a vender fruta, chocolatinas, alitas de pollo, ñoclos con queso, abitas, vamos lo típico de toda línea de bus. Por otro lado aquí los buses,aunque suene increíble, pero es cierto, son cómodos, y tienen ventanillas ( todo un acierto) y en todos, sea la línea que sea, urbana, nacional o internacional, el conductor, solo conduce, y hay otra persona que cobra. Historias de autobuses a parte, con 4 o 5 horas de viaje llego a Baños, con mi amiga alemana Nora, recién conocida en el autobús, juntos buscamos un hostal donde quedarnos.



      Mi estancia aquí se alargaría hasta el jueves, quería aprovechar el tiempo al máximo, sabía que era un lugar con mucho que ver y hacer. Realizó un tour en chiva (vamos una camioneta reconvertida a transporte de personas colocando bancos de madera, muy ambientada musicalmente en la que parece que vas a un rave y no a un tour turístico) para visitar la casa del árbol , desde donde contemplar el majestuoso volcán tungurahua. También realizaría el tour de las cascadas, donde practicaría el canopy y visitaría el imponente Pailon del diablo. Otra actividad fue el descenso del río pastaza haciendo rafting, compartiendo embarcación con dos argentinos, una eslovaca y un yanki. También pude relajarme en las piscinas de aguas termales, a 55 grados de temperatura y de color amarillento por su composición en minerales. También hubo tiempo para entrenar con un par de salidas en llano por asfalto y un par de duras ascensiones a varios miradores.




     Cuando tenía medio cerrado el viaje de cuatro días a la selva de cuyabeno, le comente al Colombiano  que me atendía amablemente en la agencia, que el principal objetivo de mi visita a Ecuador era hacer algún pico importante, y me dijo, ven por la tarde que te preparo algo. No me esperaba gran cosa pero cuando llegue allí me presento a Ñato, y el colombiano me dijo, esto no tiene nada que ver con la agencia, hablar, y ver si hacéis algo.
      Ñato de 52 años, era un experto guía de montaña, hacia unos 25 años había hecho el curso de montaña del ejército español en Jaca,había colaborado en algún programa de al filo de lo imposible, me contó sus experiencias, y se ofreció para llevarme a la cima del chimborazo. Tras hablar de condiciones, precios, consejos de qué hacer antes, aclimatación, material, y varias horas de charla, decidí posponer el viaje a la selva para el final de mi estancia en Ecuador, ya que debería bajar mucha altitud y perder aclimatación.


     Después de esto, mi cerebro dijo recalculando ruta, volviéndome el jueves para Quito, y con una sola cosa en mente, aclimatarse.
Ya en Quito empiezo a preparar material, hago algunas compras, y una compraza, me caliento y me llevó puestas unas botas salewa, de goretex, que espero me lleven a la cima del chimborazo. Esa noche volvería a encontrarme con la Chompi que me mostró algún vídeos e aventuras de amigos montañeros para sus motivarme. Pronto me metería en cama, había que descansar, el refugio de los ilinizas me espera.






Jorge Sabugo Sousa

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