Subida a San Millán (Campeonato de CyL absoluto)


Después de más de 2 horas de viaje, a las 8:15 llegamos a Pradoluengo , aparcamos y me voy a la plaza del pueblo a por el dorsal. Una vez allí me encuentro con algunos compañeros de selección como Juan e Iván, intercambiamos impresiones sobre la carrera y seguidamente me voy al coche a preparar toda la alimentación de la carrera y ponerme la ropa de correr. 


Llega el momento de la salida y entro en el cajón, allí unas palabras con Quico, el seleccionado, que me da un par de consejos y salida. En los primeros km decido salir muy muy suave y me coloco en torno al puesto 30, al paso del primer repecho km4 empiezo a encontrarme más cómodo en una bajada de 1km por un cortafuegos y empiezo a cambiar muy poco apoco el ritmo.

Manuel Fernández Mediavilla

Los dos siguientes km transcurren por sendero ligeramente ascendente pero cómodo , hasta llegar al km7.5 que es donde empieza la subida más dura, aproximadamente 2km con 600m+ por un bosque con el terreno bastante suelto y es al principio de esta cuando me tomo el primer gel. En esta subida cojo un par de palos secos para ayudarme y para arriba a ritmo, cada vez me voy encontrando mejor y llego a la altura de Quico, este me da unas indicaciones sobre el resto de la subida y sigo mi remontada particular. Finalizado este repecho entro en una pista con unos toboganes, pero siempre con tendencia a subir dirección al pico, en esta pista paro en uno de los muchos avituallamientos que hay, relleno un poco de agua, como medio plátano y sigo a mi ritmo.


En el km15 más o menos me cruzo con mi compañero de selección Iván que venía primero en ese momento , le doy ánimos y sigo para afrontar el último repecho de 100m+ que es casi una trepada constante en la que hay cuerdas para subir . Llego al pico en aproximadamente 2 horas, cargo otro poco de agua en el avituallamiento que hay y me lanzo hacia abajo por el mismo camino por el que veníamos subiendo más o menos durante 3km, hasta llegar a un avituallamiento en el que nos desvían a la izquierda y ahí es cuando me tomo el segundo gel.

La bajada no es muy difícil pero tiene algún repechito y piedras sueltas con lo cual no se puede bajar la guardia. Me uno a los dos chicos con los que pasaría ya la mayor parte de la bajada, seguimos avanzando km de bajada cómoda pero con constantes repechos que van desgastando, llegando a un avituallamiento en el km22 en el que yo paro a por agua, mis compañeros siguen y me sacan una distancia de unos 100m que ya no voy a poder salvar pero siempre los iba a tener a la vista. Las piernas ya empiezan a doler y se nota el elevado ritmo que llevamos bajando, pero toca aguantar para no perder de vista a los de delante. En estos km que siguen teniendo repechos les voy recontando en las bajadas pero en los repechos vuelven a sacarme ventaja, pero pasado el km26 veo que es imposible ya pillarles, me todo el ultimo gel porque veo que tengo un amago de calambres y para bajo con lo poco que me quedaba. A 1km de meta esta Alma que me da unos ánimos y ya entro en el pueblo, callejeo un poco y entro en meta habiéndolo dado todo absolutamente.


Saludo a todos mis compañeros que han llegado y al final me quedo con un 8º puesto en la general, el cual no me esperaba para nada y 2º en mi categoría, sub23. 

Una vez he repuesto algo en la meta, me voy a duchar y vuelvo a la plaza con todo el mundo, allí esperando a los premios comentamos un poco la carrera y algunos aspectos de la temporada con Quico. Una vez recibimos los premios llega lo bueno, el picoteo para todo el mundo en la plaza del pueblo, allí comparto impresiones con algunos compañeros y llega el momento de la despedida ya que hasta León hay un largo viaje. 




Mi impresión a cerca de la carrera ha sido buenísima, con un recorrido y unas vistas espectaculares, un montón de avituallamientos y la comida final....organización de 10.

ULTRA TRAIL DE LOS CASTILLOS, QUIEN ES EL KING??

Para mi vuelta a la larga distancia, después de pasar por quirófano, he elegido este ultra trail, en el que había la posibilidad de etapas (42km sábado 21 km domingo) o el ultra (63 km el domingo), los que me conocen ya saben qué elegiría el ultra. 

Pero para contar esta historia, como toda buena historia, he de empezar por el principio.
Pongamos que hablo del junio pasado, yo corría, o más bien arrastraba mi penoso cuerpo escombro, por la Serra da estrela (Portugal), participando en el ultra oh meu deus. En el km 85 me neutralizan por baja temperatura corporal, helado, mi cuerpo solo elevaba el mercurio a 34. Con un caldo en mis manos y una manta por encima, entran en escena dos peculiares manchegos, uno alto, mu alto, muy graciosete el, metiendose con mis medias rosas, Miguel Ángel, el otro más bajo, pero sin dejar de ser alto, Rodrigo
( a posteriori Toti).

Pensaba en retirarme pero me animaron a continuar, eleve el mercurio a 36 y me dieron paso. Poco después vivi mi mayor pajarón en el mundo de las carreras, y cuando avanzaba haciendo eses casi sin tenerme en pie, aparecieron Don Quijote y Sancho, perdón Miguel y Toti,  que me animaron y me ayudaron, me sacaron Del Pozo más profundo para devolverme a la vida. 20 km después me retire, eso sí con una superbook en la mano y con la buena sensación de haber conocido a dos, puedo decir héroes, si puedo decirlo que es mi crónica, pues eso dos héroes.

Pasado el tiempo y haciendo memoria tire del cara libro ( para los menos duchos en el translate ingles/spanish, Facebook) y acabe localizándolos.

El habitual contacto llevo a q me hablaran de esta prueba, y yo no podía ser menos, me sentía en deuda, debía conocer la tierra de mis rescatadores.

Llegada la fecha con una pequeña combinación de trenes me planté en Ciudad Real el viernes, con tiempo para pasear, conocer la ciudad, charlar con Miguel, con Toti, con una estatua, con otra, y porque no bebí algún vino más sino le habría hablado a las piedras también.  Conocí a Monica y Ceci ( pareja de ambos) y junto con los peques de ambos pase una tarde más que amena, más que entrañable, me sentía acogido como uno más de estas dos familia, como diría un buen leonés me estaba prestando, la cosa prometía.

 Cuando más cómodo estaba tuvo que aparecer Toti con la iluminación del finde, me propuso correr el sábado los 42 km de la prueba de etapas con ellos ( Miguel, Monica Toti y Ceci), con idea de ir tranquilos, usarlo como un buen entreno, y al día siguiente mi ultra de 63 km,  me lo pensé una micropentatrillonesima
parte de segundo y no pude decir otra cosa que, claro que si guapi.

Ya en el hotel me metí en cama dándole vueltas a la cabeza pensando que posiblemente me había valentonado un poquito pero como buen cazurro tenía que cumplir, así que pronto cerré el ojo.

Me levante pronto, la etapa comenzaría a las 14:00, quería desayunar fuerte,( tengo que llamar al hotel quizás allá ido a la quiebra después de mi paso por el buffet libre del desayuno) luego comería en casa de Miguel y Monica, pero algo más liviano por el empacho del desayuno y para no alargar la digestión.

Fuimos juntos al castillo de calatrava, meta de esta primera etapa,  lugar donde pasaríamos la noche y  desde donde un autobús nos llevo a la salida.
Miguel y Toti como buenos anfitriones me fueron presentando a mucha gente, Héctor, María, Vero, César, Fran........

Previa a la Salida


Ya en el arco de salida arranca la carrera, nos ponemos en cola, la idea era ir a ritmo tranquilo, acompañar a Mónica y Ceci, también irían en el grupo Vero, María, Y algunos más. 
Tras salir del pueblo comienza la primera subida que afrontamos con calma, entre bromas, risas, chistes y gracias, era evidente la frescura del inicio. Pasados unos 5 km me junto con María y sin darnos cuenta mientras hablamos subimos el ritmo y dejamos el grupo atrás, cuando nos damos cuenta rodábamos solos, bajamos un poco el ritmo y al no ver al resto del grupo decidimos tirar. A partir de aquí correríamos toda la prueba juntos, el buen entendimiento entre ambos nos llevo a encontrar el ritmo perfecto, el justo para que ella compitiera dentro de sus posibilidad y para que yo no me desgastará más de la cuenta para el ultra del día siguiente. 

María y Jorge en Carrera

Pasaban los kms entre risas e historias, la del tatuaje del cerdo volando, la de la carrera en la que me comí el gel de masajes, la de el avión que perdí camino de la Transgrancanaria, vamos,  las clásicas, ya os las sabéis. Llegamos al ultimo avituallamiento y yo me encontraba bastante fresco, me parecía estar cumpliendo el objetivo, María estaba bastante entera, nos habían avisado de que iba tercera clasificada y no podía dejar escapar ese puesto. Afrontamos con ganas el último tramo pero la cosa empezó a ponerse dura, el desnivel, el terreno técnico, el calor, la fatiga, todo sumaba en nuestra contra y María por momentos se venía abajo, solo por momentos, y digo sólo por momentos porque rápido apretó los dientes para echar el resto y coronar el pequeño collado desde el que se veía el castillo.
 Afrontamos una bajada medianamente técnica, por la estrechez de su sendero, la tierra suelta y algún que otro obstáculo en forma de piedras y raíces, donde la pobre María acabaría aterrizando, una pequeña culada, que por cierto me perdí por ir delante, que no tendría malos mayores. Poco después llegamos al camino principal que conduce al castillo, pero para nuestra sorpresa, no lo seguiríamos, atacaríamos la conquista del castillo, por el camino más corto ( pobres ilusos) la línea recta. Un conglomerado de grandes piedras, algunas en su día habrían formado parte de los muros del castillo o quizás habrían repelido a algún osado que intentó atacarlo, pero en cambio, esta vez estaba seguro que no podrían impedir  nuestra conquista. La verdad que fue un tramo la mar de divertido para mí, quizás para María no tanto, pero no se le notaba, no dejaba de sonreír y es que sin darnos cuenta teníamos el castillo a nuestros pies, cerrando el crono en menos de 6 horas. 

Entrada en Meta


Ya en meta, nos encontramos con Héctor, pareja de María, que se había marcado un carrerón, me da ropa de abrigo ya que la mía estaba en el coche de Miguel. 
Me abrigo, como algo, estiro un poco y me vuelvo a meta para esperar a la grupeta, pronto llegan con la alegría que les caracteriza, nos saludamos y nos ponemos a charlar. 

Tras acicalarnos y vestirnos, nos dirigimos a preparar nuestros aposentos, pues dormiríamos esa noche en el castillo. 
Una vez instalados nos disponemos a cenar, todo a cuenta de la organización ( por cierto todo de lujo), embutido, ensaladas, pasta, bebida, berenjenas, fruta, cerveza, refrescos....

En la Cena


Tras un poco de sobremesa nos fuimos retirando a dormir, algunos como yo, tendríamos que levantarnos para arrancar el ultra a las 7, otros estirarían un poco más el sueño ya que la segunda etapa de 21 km no saldría hasta las 9:30.

A la mañana siguiente y tras el desayuno me desplacé a la salida del ultra con dos chicos que conocí en el castillo, por cierto, nos vemos en somiedo, venir a mi tierra, llegábamos  un poco tarde a la salida del ultra, poca cosa unos minutos, y aún así nos esperaron para tomar la salida , eso sí, antes de salir nos llevamos un pequeño abuchare de la gente que nos esperaba.

Los primeros 42 kms los conocía, eran los mismos que del día anterior, pero los 21 restantes, que coincidían con la etapa de hoy eran terreno desconocido para mí, aunque sabía que eran donde más desnivel habría. 

Salí un poco anquilosado, por momentos pensé que el rodaje del día anterior me pasaría demasiada factura, pero después de 7/8 km parecía que mi cuerpo estaba en plenas condiciones, rodé un poco charlando con una grupeta del equipo sonrisas y montañas, pero me acabe calentando, conocía el terreno y sabía que podía rodar rápido y cómodo. 

Escoltado por sonrisas y montañas


Con un ritmo alegre me planté en el km 27/28 donde comencé a charlar con un gallego afincado en Madrid. Hablando de pruebas, de material, de corredores, etc etc. Nos plantamos en las proximidades del castillo. 
Conseguimos llegar al castillo en poco más de 4 horas 30 de carrera. Reponemos fuerzas y pronto proseguimos la marcha. 
El terreno comienza a complicarse bajando por una pedrera bastante entretenida. Tras llanear un poco comenzamos a ascender a los restos del castillo de salvatierra, donde me descuelgo de mi compañero de batalla, comienzo a quedarme, las fuerzas me flaquean y el duro sol empieza a hacer mella en mí estado anímico. 

Tras una pequeña bajada muy divertida de tierra suelta empiezo a subir hacia las antenas, que a simple vista no se ven pero sé que están por ahí arriba. 
Tras un primer tramo de ascenso en el que veo que mi compañero se aleja progresivamente consigo rehacerme y empiezo a apretar, poco a poco veo como la distancia con el se va haciendo menor. 
Para entretenerme y medir mi progresión comienzo a coger referencias y tiempos con respecto a el. Ya veo cerca las antenas y el avituallamiento, sabía que después comenzaría la bajada. Cargo agua fresca, mojo un poco la cabeza y arranco. Tomo referencia y tengo a 2 min a mí compi, subo ritmo en la bajada y después de un buen esfuerzo lo alcanzó. Me cuenta que va un poco tocado, con ello me doy cuenta, que yo también, que si lo alcancé no fue porque me hubiera repuesto sino porque el aminoró su ritmo. 

Proseguimos juntos la bajada, con calma y con una charla amena llegamos a las faldas del castillo, bebemos y empezamos a subir el camino empedrado que nos conduciría a la gloria, somos recibidos muy cariñosamente en meta por la organización. Allí me recibe Toti y Ceci en un primer momento, luego vería a Miguel y Mónica. Como algo repongo fuerzas y degusto unas exquisitas migas manchegas. 

Benditas Migas Manchegas

Había disfrutado mucho de la carrera, también la había sufrido, pero si algo quiero destacar, es el cariño recibido, la cercanía de la organización y de los participantes, casi todos ellos locales, todos conocidos. 

El viaje de vuelta no os lo cuento podéis imaginaros como iba en modo acá tú thriller (temazo de M. Jackson, perdón por mi inglés) como si fuese un muerto viviente. 

Después de este viaje no quiero despedirme sin agradecer el cariño y la amabilidad recibido por toda la gente de la prueba en especial a mis anfitriones Miguel y Toti, también a vosotras Ceci y Mónica. 


Para el final dejo a alguien muy especial, no lo conté antes porque lo bueno siempre se hace esperar, es una persona muy especial, que siempre estuvo a mi lado, desde hace mucho ( no le quedaba otra opción ), crecimos juntos, y no es otra que mi hermana, que me acogió en Madrid camino de la carrera. 
Ahora le ha dado por iniciarse en esto del runing como se llama ahora.
El jueves en Madrid me presentó a su entrenador Víctor García (bronce europeo 3.000 obstáculos, caída incluida), un tío agradable y muy amable,  con el que compartí una pequeña charla y acto seguido me firmó su libro (regalo de mi hermana). 
Espero estar para su debut y algún día correr alguna juntos, cortita eeeh, que el papel de loco de la familia es el mío, ella es la sensata, aunque aveces no mucho porque confía más en mi de lo que confió yo mismo. 

Desde aquí un besín enorme hermana, te quiero mucho.

Jorge Sabugo (muselito)





Carrera Villa Medieval de Almanza

     Ya es la tercera edición de la Carrera Villa Medieval de Almanza y ya es una nueva ocasión donde todos los integrantes del Club nos vamos con la sensación de haber disfrutado y haber corrido una carrera diferente.
     Todo comienza con la llegada de todos los integrantes del club a la población de Almanza, ya a esas primeras horas de la mañana el calor hacia presagiar que iba a ser una carrera dura, ya que esto unido al trazado sinuoso que ya sabíamos que nos íbamos a encontrar, no daba lugar a dudas.
     Después de café y la recogida de dorsales no disponemos todos a calentar, esta claro que en este equipo hay quienes se decantan por dos tipos de calentamiento diferentes, los que calientan como mandan los cánones y los que les gusta simplemente calentar la lengua, ya que nos presta mas el charloteo que otra cosa.
     Apenas unos minutos antes de las 11 nos disponemos hacer la foto de equipo para inmortalizar la terna de valientes que ese día nos dimos cita y sin mas dilaciones nos vamos disponiendo en la salida para tomar parte de la carrera.

Club Atletismo León
 
    Se da la salida y aunque algunos nos lo tomamos con mas tranquilidad la cabeza de carrera sale como un tiro y ya pronto van marcando diferencias y vemos ya grupetos bien diferenciados. Una vez pasado el primer tramo de asfalto y tomando ya los caminos de tierra, desde mi posición puedo ver bien la composición de la carrera y veo que en el primer grupo de carrera que será de unos doce corredores van bien colocados varios integrantes del equipo. Echando la vista un poco por detrás, ya veo a Tatiana en primera posición y ya marcando diferencias con la segunda clasificada, así que ya vista esta composición de lugar, me quedo tranquilo viendo que el equipo como viene siendo habitual va a realizar otra magnifica carrera.
     Ya metiéndome en lo que iba a ser mi carrera, mi salida fue buena para lo paquete que soy,  esta temporada me voy encontrando mejor (las lesiones hasta ahora me respetan) y me pongo a un buen ritmo, hasta que miro hacia detrás y veo a mi compañera Seila que viene no muy lejos de mí y cuando haga cálculos veo que viene en cuarto lugar no muy lejos de Mónica Aller. Visto esto decido quedarme con ella y echarle una mano, para ver si consigue hacer una gran carrera y codearse con la gran Mónica. 
     Cuando comienzan las primeras subidas, Seila se encuentra bien y conseguimos pasar a Mónica y durante una buena parte de esos primeros kilómetros en subida consigue tenerla unos metros por detrás de ella. Ya cuando esta finalizando la subida y llegamos a la parte mas dura, Mónica nos da caza y nos pasa logrando llegar arriba con unos buenos metros de diferencia, que a la postre serian claves. Hacemos el llano y la bajada técnica y vemos que la hemos conseguido recortar algo después del avituallamiento comenzamos la última tachuela, donde se mantiene mas o menos las distancias y Mónica llega arriba con unos 30 segundos de diferencia.
     En ese momento arreo a Seila y le digo que ya el terrenos es favorable y hay que darlo todo para intentar darla caza, así que comenzamos a subir el ritmo y poco a poco mas recortando diferencias hasta que llegamos al asfalto donde miro el crono y veo que estamos a sólo 12 segundos de ella, pero en ese momento veo que Mónica se gira nos ve y ya me di cuenta que nos tenía controlados y aunque íbamos fuerte, ella en ese momento también subió el ritmo ya era imposible cogerla, así que ya solo quedaba llegar a meta y disfrutar de la gran carrera que habíamos realizado todos.
    A la postre esta lucha hizo que Seila se subiera la podio como segunda Senior, encima acompañada en el Primer peldaño con Tatiana, quien ha comenzado la temporada de manera impresionante, encontrándose mejor en cada carrera y ya siendo seria candidata a disputar esta Copa Diputación.

Seila (2ª), Tatiana (1ª) y Paqui Vega (3ª)
   

 Ya una vez en meta me intereso por la actuación del resto de integrantes del equipo, y me llevo una gran alegría al comprobar que Omar, por fin logra su primer podio, al entrar en quinta posición de la carrera y pero ser el tercer atleta senior en hacerlo, este ha sido un podio muy festejado por el club, ya que Omar siempre ha sido uno de los corredores mas comprometidos con el club desde su creación y que mas a luchado por que llegara a pasar esto, dejándose la piel en cada entreno. Enhorabuena Omi.

Diego Alonso, Jesús y Omar

    Siguiendo con grandes actuaciones mención aparte merece José Alberto, que ha empezado esta Copa como un huracán, llegando en cuarto lugar de la carrera y logrando la segunda plaza de la Categoría veterano A, lo que hace que se consolide como líder fuerte de esta categoría en la copa, en la que esta seguido de otros dos componentes del Club, Antonio Nogales en segundo puesto y Faus, el incombustible Faus en tercer lugar.

José Alberto, Eduardo y Jose Manuel
  
  Otro de los destacados fue José Enero, quien se hizo con la segunda plaza en categoría veterano C, dando muestras de su gran calidad, estuvo en todo momento luchando en plazas delanteras y entrando en el puesto 15 de la clasificación absoluta.
     En definitiva, fuimos a Almanza con la idea de pasarlo bien y divertirnos y eso fue lo que paso, disfrutamos de una gran carrera, disfrutamos de unas merecidas cervezas post-carrera, de una gran organización y de un pueblo que nos hizo sentir vecinos del mismo. No cabe duda que en la siguiente edición ahí estamos para seguir disfrutando de Almanza y su entorno.


Nos vemos en las carreras


Jesús Linares
    






MARATÓN DE SEVILLA (Víctor Martinez)

Dicen que hay tres cosas que todo el mundo tiene que hacer a lo largo de su vida: Escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo, yo añadiría una mas... Correr un maratón.
El domingo pasado yo corrí el primero de que será una larga lista de maratones (eso espero).


Alberto Mancha y Víctor Martinez

Después de unos años en esto del atletismo, por fin hace unos meses me decidí a dar el salto a la "distancia madre", y comencé a prepararme. El escenario sería Sevilla. 
Alberto Mancha, compañero y amigo también perteneciente al Club Atletismo León, me acompañaría en esta aventura. También era su primer maratón, y puesto que habíamos entrenado juntos alguna tirada larga y que nuestros tiempos son muy parecidos, decidimos hacer juntos al menos los 30 primeros kilómetros. 
Llegamos a Sevilla acompañados de nuestras respectivas chicas y tras algo más de seis horas de viaje
Alberto y Víctor

Para suavizar un poco los nervios que nos llevaban desvelando varios días, salimos por la tarde los cuatro a dar una vuelta y conocer las cosas más importantes de la ciudad. Sin liarnos mucho, prontito a la cama... ¡Que a las 5:30 suena el despertador!
Al levantarnos, los nervios son aún mayores que los días anteriores, nos tiemblan hasta las piernas.

Después de desayunar bien, prepararnos y demás, cogemos un taxi los cuatro que nos lleva hasta el Estadio de La Cartuja.
Las 8:30 llegan rápido. Tan rápido que apenas hemos calentado y estirado.
Llega la hora, mirada al cielo, señal de la cruz... 3,2,1... ¡A CORRER! ¡EMPIEZA LO BUENO!

Intentamos no pensar donde estamos y actuar como si fuese un entrenamiento más de tirada larga. Vamos charlando entre nosotros y con alguno de los corredores que van a nuestro lado, y disfrutando de los lugares más emblemáticos de Sevilla, que resultan aún más majestuosos a nuestro paso. Tanto disfrutamos y nos acomodamos, que los primeros 4 kilómetros vamos por encima del tiempo que habíamos entrenado, ¡muy lentos! 
En los kilómetros posteriores vamos recuperando esos segundos perdidos sin darnos cuenta, hasta llegar al 21. La mitad del trabajo estaba hecho y seguíamos encontrándonos muy cómodos, está vez ya íbamos incluso mejor que en los entrenamientos. 
En los kilómetros 28-30, Alberto empieza a resentirse de las piernas e incluso a casi pararse por completo en los avituallamientos, algo que intento no permitirle, ya que a esas alturas de la carrera, pararte puede ser fatal si luego quieres volver a arrancar. Decidimos seguir juntos un rato más ahora que realmente empieza lo duro. Tomamos un segundo gel a eso del kilómetro 34, y a seguir.

En el kilómetro 38, saliendo de Plaza de España, no sé de dónde Alberto saca fuerza y empieza a zapatear casi a tiempos de 4:30 por kilómetro. Yo le aguanto el ritmo, pero en algún momento quiero bajar inconscientemente. Alberto mira para atrás cada pocos segundos para ver si le sigo e intenta motivarme: ¡Vamos, que para esto es para lo que hemos entrenado!


             Víctor y Alberto llegando a Meta hondeando la Bandera de León


Kilómetro 41 y La Cartuja ya se deja ver. Una sensación que nunca antes había sentido me sube desde el estómago y llena mis ojos de lágrimas. Miro a mi compañero y veo que él está igual. 

Entramos en el túnel de acceso al estadio y ahí saco una pequeña bandera de León que entre los dos elevamos. Zancada amplia, rápida, cuerpo recto y mostrando a La Cartuja cual es la bandera más bonita del mundo.
Atravesamos la meta, e igual que al principio, mirada al cielo, señal de la cruz, y a disfrutar... ¡YA SOY MARATONIANO! 
Ahí tenemos a Víctor y Alberto con sus medallas de Finisher

Ya en la zona de guardarropa nos esperan nuestras chicas. Al verlas sonriendo y esperando para abrazarnos, no podemos evitar el volver a llorar como niños de parvulario.
El domingo viví sin duda alguna, una de las mejores experiencias de mi vida. Ahora solo pienso en repetir cientos de maratones más e incluso marcarme retos aún más grandes.
Eso sí, siempre disfrutando de este deporte y de lo bonito que es vivir deprisa.

Víctor Martínez