DESAFIO | RLD85 17/01/21
85km 4500m +/-
Bienvenidos al desafío Roldanas.
Reto que nace de nuestro compañero Juan Luis Llamas y que debido a la ausencia de competiciones planifica como motivación personal.
Y viniendo de este incombustible todoterreno, no podía ser un reto de bajo calibre.
Pues nada más y nada menos que una carrera a pie por montaña de aproximadamente 10h en el mes de enero.
A mediados de noviembre en una salida en bici de montaña, es donde Juan me desvela esta hazaña, y sin pensarlo mucho, me ofrezco a acompañarle.
Se que él es capaz de hacer esto y cualquier cosa que se proponga, pensé yo.
Juan era conocedor del recorrido, pues lo había realizado en la competición BTT DESAFIO ROLDANAS en el año 2015.
Pasados unos días me doy cuenta del fregado en el que yo me había metido, y pienso... estoy en condiciones de hacer 85km a pie?
Siendo una persona de palabra, no tardo en comprometerme con mi decisión e intento aprovechar mis ratos libres para prepararme e intentar llegar en las mejores condiciones.
Realizamos juntos varias sesiones de entrenamientos de más de 4h de BTT, carreras a pie de más de 3h, series de cuestas, etc..., pero nunca llegué a realizar una maratón semanal como tenía planificado Juan, entre otras duras sesiones!! Y eso me hacía dudar si me estaba quedando corto en mi preparación.
Paco, Manolo y Jaime, amigos y grandes deportistas también nos acompañan en algunos entrenamientos, aunque no sabían que al final acabarían metidos en este desafío.
Nuestros cuerpos habían asimilado muchas horas de preparación y cientos de kilómetros, todo tenía que salir bien.
Pasan los días y el reto se acerca, comienza la planificación logística, puntos de avituallamiento, material más adecuado, muchas dudas que hacen florecer los nervios.
Siendo enero y con el temporal de ola de frío que estábamos viviendo, éramos conscientes de que un mal día podría hacer aplazar el reto.
Pero por suerte, el 17 de enero iba a ser el día deseado. Los pronósticos señalaban temperaturas bajo cero a primeras horas, pero en aumento a lo largo de la jornada.
Se suma otra buena noticia, Paco y Jaime confirman que nos acompañarán en la parte final del recorrido, todo un detalle.
Preparamos el equipaje como si nos fuéramos al Mont Blanc... jejejeje (estaba en vigor el cierre perimetral entre comunidades sino…, era para pensárselo 😀)
Mochila con bebidas isotónicas, batidos energéticos, sándwiches dulces y salados, frontales, baterías externas, botiquín y bastante ropa de cambio por lo que pudiera surgir.
El día antes cargamos las mochilas en el vehículo de apoyo del que se encargaría Manolo, y que pasaba a formar parte de la expedición, ejerciendo una labor fundamental y que cumplió a la perfección.
Era momento de repasar y no olvidarnos de ningún detalle.
Llegábamos en buenas condiciones físicas aunque yo tenía una gran preocupación que le repetí en varias ocasiones a Juan... mis pies!, tantas horas corriendo, andando entre nieve, barro, temía que las ampollas aparecieran y fastidiaran todo lo organizado.
Por el contrario, Juan parecía no preocuparle nada y tenerlo todo bajo control, que grande!!
Sería una gran faena tener que abandonar por unas simples ampollas, con lo cual después de una cena rica en hidratos, decido proteger bien los pies y los dedos con esparadrapo y doble piel antes de irme a la cama.
Buenas noches!!!
Pasadas las 06:30h suena el despertador y el cuerpo sabe que queda un duro día por delante, todo puede pasar, es una incertidumbre y eso....mola!
Zumo de naranja, tazón de leche, varias rebanadas de pan con pasas y mermelada de frambuesa será el aporte para los primeros kilómetros.
El día amanece con una increíble y preciosa cencellada❄️, todo está congelado.
En Villaquilambre siendo las 07:55h y con -6°C, Roberto, nuestro compañero de Club nos da ánimos en la salida, primeros metros y con los nervios de una competición, pulsaciones disparadas, pero en pocos metros se regulan y comenzamos a disfrutar del amanecer viendo León desde el alto de Villaquilambre con un precioso manto blanco.
Pasada la primera hora y media, todo marcha bien, ritmo tranquilo, toca hidratarse, pero las boquillas de los soft flask se han congelado, la temperatura sigue sin aumentar -6°C.
La primera etapa de 37km (Villaquilambre-Candanedo de Fenar) la realizamos sin apoyo externo.
A pocos kms de Candanedo un despiste nos hace salirnos del track y aparecemos en Rabanal de Fenar, un pueblo antes, pues nos tocaría avanzar por el arcén de la carretera hasta alcanzar el 1er avituallamiento!! Allí estaba Manolo con un chocolate caliente y todo lo necesario ☕🍫🍩, también presentes Jaime y Paco que se unirían al recorrido más tarde.
A partir de este punto y tras 4h de carrera, comienza la parte más dura, donde se concentra el mayor desnivel que debemos librar y que junto con la gran cantidad de nieve y hielo en cotas altas hace ralentizar el ritmo y aumentar el desgaste físico.
El paso del Faedo de Orzonaga fue espectacular, todo cargado de nieve donde nos cruzamos con varios senderistas.
Llombera (2° avituallamiento Km 45), los cuatro nos damos cuenta de que Juan no tiene buena cara, (cara afilada, como él nos dice...), pero la palidez nos preocupa, parece que las fuerzas flaquean.
Es de esperar siendo la mitad del recorrido y estando en la parte más exigente.
Reponemos fuerzas e iniciamos movimiento por una subida totalmente congelada, Juan baja el ritmo, pero el motor sigue en marcha!! es indestructible!!poco a poco va recuperando fuerzas.
Jaime tenía pensado unirse 1h más tarde, pero decide cambiarse y comienza su andadura dándonos aire fresco y motivación.
Km50 - Puente de Alba (3er avituallamiento) parada rápida, recargamos líquidos y salimos para no quedarnos fríos, ya que las temperaturas en esta zona de montaña se mantienen bajas.
Abel, Jaime, Paco y Juan Luís
Paco prepara su equipo y comienza su trayecto con el objetivo de hacernos más llevadera la última parte.
Se queda con Juan, mientras que Jaime y yo iniciamos a un ritmo más alto la fuerte subida de Peredilla, una vez arriba disfrutamos de unas preciosas vistas mientras comentamos que tal nos encontramos en este punto (aún queda gasolina..) y que lo peor ya lo hemos liquidado. 6h30min / 55Km /1.700m+ marca el Garmin, todavía queda un largo camino.
Con el apoyo logístico de Manolo en La Robla, Cascantes y Cabanillas ☕🍞🍌, nos adentramos en el camino de San Salvador, y como era de esperar, aparecen las molestias de las dichosas ampollas, aunque no es gran cosa para llevar tantas horas a pie, observamos una manada de jabalíes (no sé quién será más bicho, ellos o nosotros..).
Al ser una zona con sube-baja, nos dejamos llevar en los tramos favorables mientras que Paco y Juan vienen un poco más tranquilos dosificando las últimas fuerzas, hasta el último avituallamiento en el alto de Carbajal.
Comienza a anochecer y sin darnos cuenta se nos olvida coger los frontales de la mochila, ya sin visibilidad la luz del móvil nos abre paso por el bosque cercano al Hospital Monte San Isidro.
Ya podemos observar a lo lejos las luces de Navatejera y todo apunta a que juntos lograremos completar ese reto soñado por Juan y también por nosotros.
Y así fue, a las 19:35h y ajustando al toque de queda (20:00h) llegábamos los cuatro a la plaza de Villaquilambre con la satisfacción de haber logrado dominar nuestro cuerpo y mente sobre todo en los momentos más complicados.
Allí nos esperaba Manolo y Flor, (mujer de Juan) orgullosa y a la vez preocupada hasta conocer que todo había salido bien y nos encontrábamos en perfecto estado
Ha sido una experiencia que siempre permanecerá en mi recuerdo, me encanta superarme y compartir aventuras
¡HASTA LA PROXIMA!
Abel Alonso