Medía Maratón de Benavides

Un año más, otra temporada más, un mismo Club.
La media maratón del dulce y yo nos volvíamos a ver las caras. Suena el despertador a las 07:00 de la mañana : "otro domingo que toca madrugar..." cuesta pero puesto en pie. Comenzábamos la jornada con un buen desayuno para coger fuerzas mientras esos nervios previos aparecían, para desconectar, un paseíto con Oso, mi chihuahua, unos minutos para desconectar, en los que solo piensas: "vamos venga, haz caca y pis que tenemos que irnos" y llevándome ánimos y un beso de mi chica, que para uno eso es la rehostia, utensilios en mano, recogiendo a Manuel Dos Santos, nos dirigimos al punto de encuentro donde reunidos todos emprendemos rumbo a Benavides.

Una vez allí y recogidos los dorsales, toca terracita, café y un podo de relax antes de que cada uno empiece con sus rituales pre - competición. Treinta minutos restaban para que dieran el pistoletazo de salida así que fuimos a cambiarnos y hacer la puesta a punto. No hizo falta mucho calentamiento, ya que tendríamos suficientes kilómetros por delante y un sol de tres pares para entrar en calor. Foto de rigor y hechos todos los deberes arrancamos motores y allá vamos !!. Primeros kilómetros con tranquilidad y buscando ritmo comenzaban a formarse los grupos de carrera, llegado al primer avituallamiento,  sobre el kilómetro cinco, y tras refrescarme un poco, decidí aumentar el ritmo para poco a poco poder dar caza a los corredores que tenía delante, lográndolo pasados tres kilómetros más; manteniendo ritmo y con buenas sensaciones nos escapábamos con intención de seguir pasando a otro grupo de compañeros de batalla Christian Villazala y un servidor.

Omar Rueda

 

Con solo seis kilómetros por delante, al paso por el empedrado puente, un recuerdo vino a mi mente: "si, si, aquí fue, Omar, aquí te paraste a vaciar depósitos" con suerte este año no fue necesario.
A falta de tres kilómetros decidí tirar con todas las fuerzas que me quedaban, apreté dientes y pese al gran calor, en mi cabeza solo estaba la meta. Con un gran recibimiento al llegar al arco, sólo quedaba hidratarse, relajar piernas con un masaje, compartir sensaciones con el resto de corredores y miembros de la familia del Club Atletismo León y como no, disfrutar del gran ambiente que reinaba.

 

Omar