Suena el despertador, BUFF las 3:50 toca desayunar y bien porque
queda mucho día de carrera por delante (Batido, plátanos y sándwich de
nocilla), y comienza el ritual, vestirme, comprobar todo el material (mochila,
bastones, chip, geles, barritas etc.), a las 4: 30 salimos de Pola de Lena a
Quirós donde toco la comprobación de material por parte de la organización, el
control de firmas y juramento de los GUEYOS DEL DIABLU.
Diego Alonso y Ángel González Rivero |
Son las 6:30 y comienza
mi primer ultra, esta vez en compañía de Diego
Alonso Astorga, el cual también se enfrenta a un reto de semejante
envergadura por primera vez. Salimos de noche por una pista con el ánimo a tope
y mirando en la oscuridad a la serpiente de frontales que se dibuja en el
horizonte y que parece no tener fin. En los inicios vamos a 5 min el km y con
idea de ir en plan conservador de menos a más. Empezamos la subida y comienzan
a pasar kilómetros y a pasar el tiempo y a las 7: 40 ya apagamos frontales y
parece que cambia la carrera porque ya vemos las prominentes montañas que
tenemos que subir.
Después de mucho subir llegamos a los Guertos del Diablo bajo
una densa niebla la cual no nos permite ver a penas las balizas, pero estamos
en la cima y toca bajar y con niebla pero se nos hace corta porque vamos muy
bien de piernas. Cada hora y media o dos horas pastilla de sales para evitar
calambres y seguimos dejando atrás km y avituallamientos, por cierto todos
ellos muy buenos, con fruta, chocolate, aquarius, powerade, sándwiches de
nocilla, de queso y pavo y una gente
majísima. Toca subida de 500m de desnivel en apenas 1km y poco, pero se hace
corta gracias a los bastones que estrenamos y que van de lujo. La subida es
buena pero la bajada nos deja sin palabras debido a las vistas alucinantes de
la zona de Ubiña, y después de semejante deleite proseguimos está vez ya con
alguna molestia en las rodillas pero con los ánimos a tope. Llegamos a Manin km
35, casi la mitad y vamos muy bien de fuerzas.
Reponemos fuerzas y seguimos
para arriba por zona de pedrera y praderas y otra subida esta vez de 900 m la
cual se hace bastante dura y la bajada más si cabe, pero con la recompensa de
ver El refugio del Meicin en el km 48 y sabiendo que queda mucho menos.
Llegamos al refugio y nos tomamos nuestro tiempo para beber y comer bien. Solo
pensamos en seguir y acabar esta hazaña.
Subimos ya nuestro último pico grande
y bajamos esta vez con las rodillas ya más tocadas. Tomamos la senda que nos
lleva al pueblo de Tuiza en el cual nos hidratamos y cogemos las fuerzas necesarias
para acabar lo que aún nos quedan para terminar. Mentalizados ya en que quedan
25 km para meta proseguimos cruzando prados, sendas grandes y caminos de ganado
hasta que en el km 65 nos pilla una tormenta que descarga sobre nosotros y nos
pone pingando, dejando a su vez el camino peligroso y resbaladizo.
Comenzamos
la bajada hasta Brañavalera por una senda de ganado llena de barro que propicia
muchas caídas pero seguimos, y solo queda bajada por pista buena, pero que
bajada, parece que nunca acaba. Las piernas bajan por inercia y los dolores
cada vez más intensos, pero acabaremos si o si. Ya se huele la meta y
dándonos ánimos el uno al otro enfilamos las calles de Pola. La gente nos
aplaude y salen de los bares, una voluntaria se une con nosotros en los metros
finales y entre aplausos y de la mano con los brazos arriba terminamos nuestro
primer Ultra Trail Diego y Yo. Y qué decir, agradecer a la organización y a
todo el mundo que nos ha animado y vuestro apoyo incondicional, así da gusto
formar parte de un club.
Ángel González Rivero
No hay comentarios:
Publicar un comentario