Voy a intentar relatar
mi segunda aventura en La Transvaldeónica; ya en su primera edición me atrajo
el recorrido por el entorno en que se iba a realizar y decidí participar… acabé
tan satisfecho que me dije que volvería a correrla.
Lo intenté en la segunda y tercera ocasión pero no me fue posible quedándome
una espina clavada por lo que volví a intentarlo este año consiguiéndolo
al fin.
¿Por qué tanto interés? pues porque esta zona de Picos siempre me ha atraído de
hecho he subido casi todas sus cumbres y he escalado por sus paredes en
múltiples ocasiones guardando siempre que me iba la intención de volver pronto.
Así que después de la primera llegó la segunda.
Juan Luís Llamas |
Quedé con mi hermano para acudir al valle a una hora temprana para que no me
pasase como en el Cueto del Oso que me dormí (la primera vez que pasó) y le
hice esperar al “presi”. Llegamos con tiempo suficiente para que recogiese mi
dorsal 292 y me preparé tranquilamente. Mi hermano José Carlos mientras cogía
su mochila y se fue a subir Torre de Arestas, quedando de vernos al final de la
carrera.
Ya preparado saludé a varios conocidos como pasa siempre en todas las carreras
y empecé a calentar suavemente, sobre todo articulaciones que es lo que más
trabajo me cuesta y sufrir menos en los comienzos de carrera , instantes que
llevo muy mal hasta que el cuerpo se tonifica.
Decidí en esta ocasión
llevar un bidón de agua, algo que habitualmente no hago, pero el día se
presentaba caluroso y no quise arriesgarme a pasar sed aunque aguanto bastante
sin beber y al final fue un acierto.
Transvaldeónica |
Se acercaba la hora de salida y acompañado de Avelino, un rival muy duro y con
quien siempre tengo buenos combates deportivos, nos dirigimos hacia
la salida donde también se unió a nosotros Ricardo. Y llegó la hora esperada,
salida, aun estando bien colocado me adelanta mucha gente teniendo que esperar
a la primera subida para intentar recuperar posiciones que poco a poco voy
haciendo acompañado por Ricardo y por la fémina que resultó ganadora, una veces
iba yo delante, como ella me pasaba a continuación, así durante los primeros
kilómetros .
Llegamos a Cordiñanes y aquí comienza la gran subida, 1.300 metros de desnivel
por unos vericuetos duros y muy hermosos. Tanto Ricardo como yo intentamos
seguir el ritmo de esta mujer que poco a poco nos iba distanciando. Atravesamos
el hayedo y llegamos a la vega de La Sotín, donde me encontré con otro rival
pero que en esta ocasión no corría sino que estaba dando ánimos a todos los penitentes,
Ramiro. Enseguida entramos en la parte más escarpada, dura y atractiva del
recorrido. Veo que Ricardo empieza a despegarse lentamente de mí y me quedo
solo en un ascenso en el que a pesar de su dureza yo lo disfruto a tope, me
encanta la roca caliza, sentir su contacto….
Después de una ligera bajada nos adentramos en el Argayo Congosto donde hay que
hacer pequeñas trepadinas que son una gozada, veo gente que para a
beber del agua que discurre argayo abajo, el calor ya empieza a apretar y
gritos de ánimo me estimulan hasta llegar al refugio de Collado Jermoso a 2.046
metros, un paraíso en el centro de picos. Un buen y estratégico lugar para el avituallamiento,
repongo líquidos y como fruta fresca y nuevamente a correr, veo como corona la
ganadora final femenina el punto culminante del recorrido, Las Colladinas
a 2.160 metros de altura. Corono yo también y a partir de aquí se forma un
grupito de unos 6 corredores que más o menos llegamos juntos hasta la
salida de la Vega de Liordes por la canal de Remoña .
Juan Luis Llamas Álvarez |
A partir de aquí comienza mi zona más incómoda, correr, correr y correr cuesta
abajo y a un buen ritmo lo que provoca que me quede descolgado del grupito
anterior. A pesar de todo consigo llegar a Santa Marina con otro corredor al
que conseguí alcanzar. Nueva parada en otro avituallamiento, último antes de meta.
Después de la correspondiente reposición hídrica y energética más zapatilla y
entrada en otro bosque en el que al comienzo hay una fuente en la que aprovecho
para refrescar mis ardientes pies mojándolos en un agua fresca, fresca, una gozada.
Este primer tramo me lo tomo con calma ya que me empezaba a pesar el esfuerzo,
aprovecho las sombras de los árboles y voy avanzando hasta que me coge otro corredor
con el que entablo una amena conversación que me hace llevar mejor mi
cansancio.
Le pregunto de dónde es y me responde que de Pallide..!Hombre!, de Pallide
“hizo conmigo uno la “mili” en Ceuta” , le respondo yo y como siempre pensamos
que seguro que lo conoce le empiezo a dar datos, pero claro, no cae en quien
puede ser. Con esta conversación noto que me encuentro mejor y afrontamos la
última subida y encaramos los metros finales entrando en Posada de Valdeón con
un tiempo de 4 horas y 2 minutos en el puesto 26 de la general y 1º de la
categoría veteranos b repitiendo el primer puesto conseguido en esta categoría
en la primera participación.
Después de un baño refrescante y relajante de agua fría vuelvo a avituallarme y
en estas aparece el de Pallide y me dice , “mira ya encontré al que hizo
contigo la mili” , era su tío Ángel, vaya sorpresa . Después de hablar de la
situación dada y demás recuerdos me voy en busca de mi hermano, me doy la
correspondiente ducha y a comer para recuperar energías para el día siguiente
en el que me esperaba otra carrera, esta de btt, pero bueno esto ya es otra
historia…-
Juan Luís Llamas
Álvarez
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