Media Maratón de Zaragoza por Samuel

 Este fin de semana he conocido lo poco que me ha dado tiempo de Zaragoza y lo he hecho corriendo su Media Maratón con una de mis mejores marcas.


 Con un día muy propicio para ello☀️y un ambiente tremendo los 3500 corredores fuimos ocupando los cajones de salida para tomarla a las 9:00h🕘.

Decidí salir desde el 3° cajón dando de margen el primer km. El objetivo era terminar en torno a 1 hora y 30 minutos, eso supone ir a 4:15 aprox cada uno de los 21km. Comencé a buscar🧐 la liebre de 1:30 horas para salir en su pelotón. Por algún motivo de la organización esa liebre no pudo competir y no hubo nadie quien sustituyera al atleta que la llevaría🤷🏻‍♂️.



El "plan B" sería ir marcando cada km con el GPS del reloj, algo que no me resulta tan cómodo porque tienes que ir pendiente de ello. Me decidí por una estrategia de 2 geles🧃 como en la Media Maratón de Barcelona con la que me fue tan bien, pero esta vez con 5 km de diferencia entre uno y otro.

 Aunque no conociera las calles del circuito había memorizado su recorrido y sabía cuándo enchufármelos🔌. Fue una carrera muy limpia, de cabeza fui concentrado🤓 y el cuerpo como un reloj calcando prácticamente el tiempo de los 10 primeros km🕰️. Eso fue algo muy bueno mentalmente porque despejé algunas dudas de las malas sensaciones la semana pasada corriendo los 10km de  La Virgen del Camino a un ritmo medio de 3:55km en León🦁♥️ y eso me animó a tirar fuerte.



 La idea era aguantar así hasta el final, aunque sabía que era un ritmo duro😵‍💫. Pasé por el km 10 a buen ritmo y con buenas sensaciones sin coger avituallamiento, ni lo necesitaba ni lo tenía pensado desde el inicio. Una vez pasados los 10k encaré la otra mitad de la carrera recordando mentalmente y de manera breve el trazado que aún quedaba. En carrera había mucho espacio entre corredores, algo que me permitía ir cómodo, pero sabía que quedaban largas rectas y el viento maño en contra😰 por lo que decidí unirme a un pelotón durante los próximos kms. Terminar "fresco" se antojaba difícil.

Cerca del km 12 los gemelos ya iban preguntando "¿Queda mucho?", El resto del cuerpo y mente iban como un avión ✈️. En el km 13 tenía programado el 1gel🧃y me vino muy bien, durante el km 14 perdí ritmo📉 y acusaba el cansancio. Aunque para el km 15 ya estaba corriendo en mi tiempo📈 y restando km de cara al final sabía que aún quedaban las rectas finales que se iban a vender caras.



Los siguientes 3  kms fueron los más complicados. El viento en contra en las largas rectas, el cansancio y una pequeña cuesta me hicieron trizas🆘. Mi estrategia fue "arar estás tierras con estas mulas" y decidí tirar hasta el final con la energía que me quedara🪫y no guardarme nada.

 En el km 18 tomé el 2 gel a un ritmo fuera del tiempo del objetivo. Me quedan 3 km y aunque las vistas a las orillas del Ebro con la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de fondo eran maravillosas ya tenía ganas de terminar. Por el km 19 me alcanzó una atleta con su liebre particular🐇 y su entrenador en bici marcando el ritmo🚴‍♂️. No lo dudé y me enganché a pesar del ritmo alto que llevaban🥵. Cuando buscas mejorar tiempos la ayuda de las liebres es fundamental. Después de correr prácticamente toda la Media Maratón el último km lo hice en 3:42 sin ser consciente de la velocidad que llevaba🫣, una locura para mí llegar a ese ritmo a esas alturas de la carrera. Llegué muy fuerte, recuperé prácticamente todo el tiempo perdido🆙. No pensaba en la velocidad, ni en el ritmo del km, ni en lo que me rodeaba, solo pensaba en dar el último tirón estando ya en reserva y acercarme lo máximo posible al tiempo de mi objetivo.



Encarando los metros finales a meta el ambiente de Zaragoza te mima. Terminé con un tiempo de 1:31':13". No hubiera estado mal cruzar la barrera de la 1:30h, pero llegar a meta con una de mis mejores marcas en la Plaza del Pilar ha sido muy bueno. Una experiencia más mientras sigo conociendo ciudades haciendo lo que más me gusta. También me dio tiempo a conocer al pequeño michi Mario😸, que decidió acurrucarse a mí para echarse una siesta y sin duda amenizó mi vista a Zaragoza ♥️



Bilbao Night Maratón (Media Maratón)

 

Hacía muchos meses que no corría una media maratón... Creo que desde el mes de marzo en León. 

 Un buen amigo me regala un dorsal para Bilbao hace un par de meses, con la idea de hacerle de liebre para bajar de la hora y media.


 A escasos días de la carrera, mi amigo se lesiona y me encuentro "solo ante el peligro", con un dorsal para una distancia que no entreno y sin saber que hacer ahora... ¿Voy de paseo o intento hacer una buena carrera en la medida de lo posible?

 

Finalmente me decanto por la segunda opción. 

 Llega el día de la carrera y me encuentro con muchos compis leoneses del mundillo running.  Paso el control del cajón (salgo desde el primero), y me pongo a calentar con un compi de Fisiorama.  Calentamos por la zona de salida, y sin darnos cuenta el tiempo se nos echa encima.  Cuando queremos entrar de nuevo al cajón, nos encontramos con que las casi 11.000 personas que había entre las tres categorías ya están colocadas en la línea de salida, y la única forma de entrar es por delante. 

 De repente me veo en primera línea de salida, compartiendo foto con los africanos... ¡A ver como salgo de esta!

 Dan el pistoletazo de salida, y me dejo llevar por el ritmo alto de esos primeros puestos.

 Suena el Garmin en el primer kilómetro, y al mirarlo veo que me ha salido a 2:58... ¡Vaya locura!  Toca bajar el ritmo considerablemente o no llego ni a mitad de carrera.

 Los primeros 12 kilómetros son de toboganes, pero aun así consigo mantenerme a un ritmo bueno a la par que cómodo. Paso el kilómetro 10 en 37 minutos justos, por lo que, haciendo cálculos, podría acabar la carrera en 1 hora y 18 minutos.

 Sería mi mejor marca... ¡Hemos venido a jugar! ¡A por ello!

 A partir del 12 bajamos a la zona llana de la carrera, que se da por la Ría de Bilbao y alrededores. A priori es la parte fácil de la carrera, pero el esfuerzo en la primer




a mitad de la carrera ya empieza a pasar factura... Aun sabiendo que estoy corriendo en llano, las piernas ya están cargadas y tampoco voy nada bien de respiración. Pierdo fuelle y ya los kilómetros empiezan a estar en torno a 3:55/4:00.

 Entre el kilómetro 12 y 14 me pasan varios leoneses, que lejos de pesarme emocionalmente, me dan bastante fuerza en los metros que recorro con ellos. 

 A pesar de haber pedido un montón de segundos, paso los 16 kilómetros en una hora.

 A partir de ahí, toca arrastrarme hasta la meta... Mi pensamiento ahora es el de acabar como sea y recoger la medalla y la cerveza.

 Mi reloj alcanza los 21.097 metros en 1 hora y 20 minutos, pero como normalmente en estas distancias, la medición no coincide con el GPS del reloj y toca seguir corriendo un poco más...  Entro en meta con un tiempo oficial de 1 hora, 22 minutos y 3 segundos.


 No ha sido la carrera soñada ni la distancia entrenada, pero puedo estar satisfecho con el resultado y conmigo mismo.

 La carrera por lo general es muy recomendable. Es la primera vez que la hacía, y me gustó mucho.

 Bilbao es una ciudad que me encanta y ese día se viste con un ambientazo increíble. 

 Seguro que volveré a repetirla, pero entrenando para ello, marcándome un objetivo claro y leyendo bien la carrera ahora que conozco el recorrido.


Víctor Martínez

DESAFIO ROLDANAS 85K 4500m +/-

DESAFIO | RLD85 17/01/21
85km 4500m +/-

Bienvenidos al desafío Roldanas.


Reto que nace de nuestro compañero Juan Luis Llamas y que debido a la ausencia de competiciones planifica como motivación personal.
Y viniendo de este incombustible todoterreno, no podía ser un reto de bajo calibre.
Pues nada más y nada menos que una carrera a pie por montaña de aproximadamente 10h en el mes de enero.

A mediados de noviembre en una salida en bici de montaña, es donde Juan me desvela esta hazaña, y sin pensarlo mucho, me ofrezco a acompañarle.
Se que él es capaz de hacer esto y cualquier cosa que se proponga, pensé yo.

Juan era conocedor del recorrido, pues lo había realizado en la competición BTT DESAFIO ROLDANAS en el año 2015.

Pasados unos días me doy cuenta del fregado en el que yo me había metido, y pienso... estoy en condiciones de hacer 85km a pie?

Siendo una persona de palabra, no tardo en comprometerme con mi decisión e intento aprovechar mis ratos libres para prepararme e intentar llegar en las mejores condiciones.




Realizamos juntos varias sesiones de entrenamientos de más de 4h de BTT, carreras a pie de más de 3h, series de cuestas, etc..., pero nunca llegué a realizar una maratón semanal como tenía planificado Juan, entre otras duras sesiones!! Y eso me hacía dudar si me estaba quedando corto en mi preparación.

Paco, Manolo y Jaime, amigos y grandes deportistas también nos acompañan en algunos entrenamientos, aunque no sabían que al final acabarían metidos en este desafío.

Nuestros cuerpos habían asimilado muchas horas de preparación y cientos de kilómetros, todo tenía que salir bien.





Pasan los días y el reto se acerca, comienza la planificación logística, puntos de avituallamiento, material más adecuado, muchas dudas que hacen florecer los nervios.

Siendo enero y con el temporal de ola de frío que estábamos viviendo, éramos conscientes de que un mal día podría hacer aplazar el reto.

Pero por suerte, el 17 de enero iba a ser el día deseado. Los pronósticos señalaban temperaturas bajo cero a primeras horas, pero en aumento a lo largo de la jornada.

Se suma otra buena noticia, Paco y Jaime confirman que nos acompañarán en la parte final del recorrido, todo un detalle.

Preparamos el equipaje como si nos fuéramos al Mont Blanc... jejejeje (estaba en vigor el cierre perimetral entre comunidades sino…, era para pensárselo 😀)
Mochila con bebidas isotónicas, batidos energéticos, sándwiches dulces y salados, frontales, baterías externas, botiquín y bastante ropa de cambio por lo que pudiera surgir.

El día antes cargamos las mochilas en el vehículo de apoyo del que se encargaría Manolo, y que pasaba a formar parte de la expedición, ejerciendo una labor fundamental y que cumplió a la perfección.

Era momento de repasar y no olvidarnos de ningún detalle.

Llegábamos en buenas condiciones físicas aunque yo tenía una gran preocupación que le repetí en varias ocasiones a Juan... mis pies!, tantas horas corriendo, andando entre nieve, barro, temía que las ampollas aparecieran y fastidiaran todo lo organizado.
Por el contrario, Juan parecía no preocuparle nada y tenerlo todo bajo control, que grande!!

Sería una gran faena tener que abandonar por unas simples ampollas, con lo cual después de una cena rica en hidratos, decido proteger bien los pies y los dedos con esparadrapo y doble piel antes de irme a la cama.

Buenas noches!!!

Pasadas las 06:30h suena el despertador y el cuerpo sabe que queda un duro día por delante, todo puede pasar, es una incertidumbre y eso....mola!

Zumo de naranja, tazón de leche, varias rebanadas de pan con pasas y mermelada de frambuesa será el aporte para los primeros kilómetros.




El día amanece con una increíble y preciosa cencellada❄️, todo está congelado.

En Villaquilambre siendo las 07:55h y con -6°C, Roberto, nuestro compañero de Club nos da ánimos en la salida, primeros metros y con los nervios de una competición, pulsaciones disparadas, pero en pocos metros se regulan y comenzamos a disfrutar del amanecer viendo León desde el alto de Villaquilambre con un precioso manto blanco.

Pasada la primera hora y media, todo marcha bien, ritmo tranquilo, toca hidratarse, pero las boquillas de los soft flask se han congelado, la temperatura sigue sin aumentar -6°C.

La primera etapa de 37km (Villaquilambre-Candanedo de Fenar) la realizamos sin apoyo externo.
A pocos kms de Candanedo un despiste nos hace salirnos del track y aparecemos en Rabanal de Fenar, un pueblo antes, pues nos tocaría avanzar por el arcén de la carretera hasta alcanzar el 1er avituallamiento!! Allí estaba Manolo con un chocolate caliente y todo lo necesario ☕🍫🍩, también presentes Jaime y Paco que se unirían al recorrido más tarde.




A partir de este punto y tras 4h de carrera, comienza la parte más dura, donde se concentra el mayor desnivel que debemos librar y que junto con la gran cantidad de nieve y hielo en cotas altas hace ralentizar el ritmo y aumentar el desgaste físico.
El paso del Faedo de Orzonaga fue espectacular, todo cargado de nieve donde nos cruzamos con varios senderistas.




Llombera (2° avituallamiento Km 45), los cuatro nos damos cuenta de que Juan no tiene buena cara, (cara afilada, como él nos dice...), pero la palidez nos preocupa, parece que las fuerzas flaquean.
Es de esperar siendo la mitad del recorrido y estando en la parte más exigente.
Reponemos fuerzas e iniciamos movimiento por una subida totalmente congelada, Juan baja el ritmo, pero el motor sigue en marcha!! es indestructible!!poco a poco va recuperando fuerzas.




Jaime tenía pensado unirse 1h más tarde, pero decide cambiarse y comienza su andadura dándonos aire fresco y motivación.

Km50 - Puente de Alba (3er avituallamiento) parada rápida, recargamos líquidos y salimos para no quedarnos fríos, ya que las temperaturas en esta zona de montaña se mantienen bajas.



Abel, Jaime, Paco y Juan Luís

Paco prepara su equipo y comienza su trayecto con el objetivo de hacernos más llevadera la última parte.
Se queda con Juan, mientras que Jaime y yo iniciamos a un ritmo más alto la fuerte subida de Peredilla, una vez arriba disfrutamos de unas preciosas vistas mientras comentamos que tal nos encontramos en este punto (aún queda gasolina..) y que lo peor ya lo hemos liquidado. 6h30min / 55Km /1.700m+ marca el Garmin, todavía queda un largo camino.

Con el apoyo logístico de Manolo en La Robla, Cascantes y Cabanillas ☕🍞🍌, nos adentramos en el camino de San Salvador, y como era de esperar, aparecen las molestias de las dichosas ampollas, aunque no es gran cosa para llevar tantas horas a pie, observamos una manada de jabalíes (no sé quién será más bicho, ellos o nosotros..).





Al ser una zona con sube-baja, nos dejamos llevar en los tramos favorables mientras que Paco y Juan vienen un poco más tranquilos dosificando las últimas fuerzas, hasta el último avituallamiento en el alto de Carbajal.
Comienza a anochecer y sin darnos cuenta se nos olvida coger los frontales de la mochila, ya sin visibilidad la luz del móvil nos abre paso por el bosque cercano al Hospital Monte San Isidro.

Ya podemos observar a lo lejos las luces de Navatejera y todo apunta a que juntos lograremos completar ese reto soñado por Juan y también por nosotros.




Y así fue, a las 19:35h y ajustando al toque de queda (20:00h) llegábamos los cuatro a la plaza de Villaquilambre con la satisfacción de haber logrado dominar nuestro cuerpo y mente sobre todo en los momentos más complicados.

Allí nos esperaba Manolo y Flor, (mujer de Juan) orgullosa y a la vez preocupada hasta conocer que todo había salido bien y nos encontrábamos en perfecto estado

Ha sido una experiencia que siempre permanecerá en mi recuerdo, me encanta superarme y compartir aventuras


¡HASTA LA PROXIMA!

Abel Alonso